El orientalismo, movimiento que influenció las artes a principios del siglo XIX en Europa, también fue referencia para el design nórdico, que se volvió la síntesis de la belleza, la simplicidad y la funcionalidad. Los nórdicos expresan el minimalismo tanto en la arquitectura como en el design, creando un lenguaje sin excesos, con mucha personalidad y atemporal. Varios íconos de mobiliario con design nórdico son tan actuales hoy como en los años 50.